martes, 4 de agosto de 2015

Bruselas, Brujas y Gante

        Situada en el centro de Europa, la ciudad de Bruselas constituye una de las cuatro regiones que componen Bélgica: Flandes, Valonia y los Cantones del Este, además de la citada Bruselas.


La belleza de sus calles, con reminiscencias medievales, su amplia oferta cultural, la cercanía respecto a importantes ciudades belgas, como Brujas, Gante, Amberes, entre otras, o la amabilidad de sus ciudadanos, conforman algunos de los numerosos reclamos para turistas amantes de las escapadas o de circuitos por el país belga.



A continuación desgranaré cómo podría plantearse una "excursión" a la capital del Bégica, sede de la Unión Europea. ¿Me acompañas?




¿¿Cómo llegar??

Por su ubicación, Bruselas es una ciudad con numerosas posibilidades para poder llegar a ella. Países como Francia, Holanda, Alemania o Luxemburgo, se encuentran no demasiado alejados de sus fronteras, por lo que, en muchos casos, el coche o el tren se convierten en la principal opción elegida, gracias a sus buenas carreteras o al TGV.

En el caso de que nos desplacemos en avión, Bruselas cuenta con el Aeropuerto Internacional de Bruselas, situado en el municipio de Zaventem a unos 30 minutos, o el Aeropuerto de Bruselas-Sur, en Charleroi, a unos 40 minutos de la capital belga.
Desde España, Iberia, Brussels Airlines, Vueling y Ryanair nos ofrecen numerosas frecuencias a diario a ambos aeropuertos.

Una vez allí, y dependiendo del aeropuerto al que hayamos llegado, tendremos que elegir un medio que nos lleve hasta nuestro destino. Afortunadamente dispondremos de varias opciones.

- Desde el Aeropuerto Internacional de Bruselas-Zaventem.
Está bastante bien conexionado con la ciudad. De inicio, aunque siempre pueda ser una opción, descartaremos el taxi por su elevado coste, teniendo en cuenta que existen páginas web en las que podemos reservar un traslado con conductor con un coste máximo de 50 euros, inferior al del taxi.
Lo más económico, y no exento de comodidad, es tomar un tren desde el nivel -1 del aeropuerto hasta cualquiera de las estaciones de Bruselas; o un autobús que nos llevará hasta el centro de Bruselas (empresa De Lijn) o hasta la zona del Parlamente Europeo (empresa STIB). El coste de estas opciones oscila entre los 5 y los 20 euros.
Otra opción sería alquilar un vehículo y desplazarnos por nuestra cuenta, que quizá sea la mejor opción para espíritus aventureros y, sobre todo, pacientes a la hora de buscar aparcamiento en la ciudad, ya que no todos los hoteles disponen de parking, que además supondría un sobrecoste.

- Desde el Aeropuerto de Bruselas Sur-Charleroi.
Al igual que en el caso anterior, mi recomendación en relación comodidad/precio es el traslado en autobús. La compañía Flibco Shuttles, con una frecuencia de 30 minutos, cubre el trayecto hasta la Estación de Gare Du Midi, desde donde podremos trasladarnos hasta nuestro hotel. El precio del billete es de unos 20€ ida y vuelta.
Igualmente, si contamos con mayor presupuesto, el traslado con conductor, el taxi o el alquiler de vehículo son otras de las posibles opciones para llegar a la ciudad.
En www.bruselas.net encontraremos una completa información al respecto.



¿¿Dónde alojarse??


Probablemente estemos ante una de las claves de nuestro viaje, no solo por suponer una de las mayores partidas de nuestro presupuesto, sino también porque su ubicación puede resultar muy importante en cuanto a la planificación de nuestro itinerario.


En principio, mi recomendación para este o cualquier otro viaje, es reservar un hotel cercano a estaciones de metro o tren, paradas de autobús, etc. Eso nos ahorrará tiempo para desplazarnos y facilitará nuestros traslados.

En Bruselas, mi recomendación, por ser el que utilizamos en nuestra escapada, es el IBIS Gare Du Midi. Es una opción bastante buena en relación calidad/precio, además de estar ubicado junto a la Gare Du Midi, Estación de metro y tren que también cuenta con paradas de autobús en su exterior.
A ello hay que sumarle que la compañía Flibco Shuttles que nos trae desde el Aeropuerto de Charleroi, tiene su parada justo a la espalda de dicha Estación.

Lo bueno de Bruselas es que, al ser una gran ciudad, presenta una buena oferta hotelera. La mayoría de las importantes cadenas poseen algún establecimiento allí, por lo que siempre tendremos la posibilidad de encontrar alguno ajustado a nuestras necesidades.
La zona de Louise o Stephanie también están muy bien ubicadas para montar nuestro "centro de operaciones" y que sea el punto de partida de nuestras excursiones diarias.



¿¿Qué ver??

Al aire libre o en el interior de alguno de sus más de 100 museos, Bruselas es una ciudad que tiene mucho que mostrarnos.

La Grand Place, el Manneken Pis, Tintín...son algunos de los emblemas de esta capital cuyas calles destilan aroma al exquisito chocolate belga, famoso por su variedad y su calidad.

Nuestra ruta podría comenzar en la Grand Place, incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En ella se ubican el Ayuntamiento, casas gremiales, el Museo de la Cerveza y varias terrazas en las podremos tomar algo mientras presenciamos su belleza, ya sea a la luz del día o con iluminación artificial al caer la noche.




Como plaza central de la ciudad, un paseo por sus alrededores puede ofrecernos la posibilidad de encontrarnos numerosos atractivos turísticos, además de gran cantidad de tiendas de bombones en las que, normalmente, ofrecen degustaciones de su enorme variedad.

Muy cerca de la Grand Place se encuentra el Manneken Pis, una simpática estatua de un niño que orina agua a modo de fuente y que habitualmente viste diferentes trajes o uniformes. De hecho, cuenta con un museo en el que se exponen los más de 900 atuendos que ha vestido. Es tal su popularidad que existe versión femenina, la Jeanneke Pis, e incluso canina.


Paseando por su entramado de calles circundantes, donde nos encontraremos con fachadas decoradas con pinturas del mundo de Tintín, llegaremos a las Galerías Saint Hubert, en la que se ubican numerosas tiendas, cafés restaurantes e incluso el Teatro Real, bajo una preciosa bóveda de cristal que deja pasar la luz y al mismo tiempo protege de la inoportuna lluvia.
Siguiendo nuestro paseo llegaremos a la coqueta plaza de Saint Catherine, donde contemplaremos la Tour Noire o a la Iglesia de Saint Catherine, cuya belleza comparten con un pequeño mercadillo de flores.




La Basílica del Sagrado Corazón o la Iglesia de Notre Dame du Grand Sablon son otros de los atractivos turísticos que nos ofrece Bruselas, pero para encontrarlas tendremos que volver a utilizar un medio de transporte, al igual que para llegar al Barrio Europeo, el Atomium, el Palacio Real o Mini Europe, un parque en el que se exponen miniaturas de monumentos de las diferentes ciudades europeas.
En nuestro caso, y ya que habíamos consumido bastantes horas por la zona de la Grand Place, optamos por tomar el bus turístico, una buena opción si dispones de poco tiempo, su precio es 23 euros y ofrece dos rutas: una por el Barrio de Europa y otra por la zona del Atomium, que fue la que elegimos. Un bonito paseo para concluir el día y, al mismo tiempo, descansar un poco las piernas, en cuyo itinerario se puede disfrutar de la Basílica del Sagrado Corazón, el Palacio Real, la Bourse o el Atomium.





Al día siguiente, teníamos contratada una excursión de día a Brujas y Gante, dos bellísimas ciudades muy cercanas a Bruselas. En la web Bruselas.net se ofrece la posibilidad de reservarlas. Disponen de guía que nos explica todo lo relevante del itinerario en varios idiomas.

Comenzando por Brujas, solo puedo decir una cosa: me dejó boquiabierto. Su casco antiguo, rodeado de canales, por lo que se la conoce como la "Venecia del norte", casas medievales, terrazas, cervecerías, tiendas (muy recomendable para los amantes de la Navidad la tienda de Käthe Wohlfahrt) y, cómo no, su Plaza Mayor, le otorgan una belleza singular, que la hace diferente de cualquier otra ciudad.

El bus nos dejó justo a la entrada del casco antiguo, desde donde comenzamos un paseo junto al Lago del Amor, adentrándonos por sus calles medievales, bordeando sus canales, hasta llegar a la Plaza Mayor, en la que se ubica la Torre Campanario Belfort, el Ayuntamiento o el Palacio de la Provincia. El centro de la plaza está presidido por una estatua en honor al ejército de campesinos de Flandes que luchó contra el ejército francés en pos de lograr dominar las tierras flamencas.








Desde allí, recomiendo perderse por sus calles y respirar su ambiente medieval. Daremos con la Iglesia de Notre Dame de Brujas.




Tras disfrutar de estas calles, nos dirigimos al autobús, que nos llevaría a Gante, nuestra siguiente parada en la excursión.
Aunque también es una ciudad preciosa, creo que Brujas me cautivó demasiado, pero Gante también cuenta con parajes realmente hermosos, como sus canales, su catedral, la Iglesia de San Nicolás, su ayuntamiento, la Torre Belfort, el Castillo de Gante, que fue residencia de los Condes de Flandes y fortaleza de defensa, y que actualmente cuenta con un museo de instrumentos de tortura...en definitiva, una amplia oferta turística.








Tras esta visita, vuelta a Bruselas, nuestro cuerpo pedía descanso, o quizá una cerveza por el centro...aunque optamos por la primera opción, ya que al día siguiente concluía nuestra escapadita belga y queríamos dedicar la mañana a hacer las típicas compras. Encajes, chocolates, pequeños recuerdos (miniaturas de Manneken Pis o Atomium) e incluso cervezas, si tienes previsto facturar equipaje, son las compras más habituales de estas ciudades.
Para los amantes del fútbol, como es mi caso, no obviéis recuerdos del Anderlecht, Brujas, Círculo de Brujas o Gent, muy presentes en todas las tiendas de souvenirs.