domingo, 10 de julio de 2016

Mérida


Viajar a Mérida es como sentir la sensación de trasladarte a épocas pasadas de la Historia de la Humanidad. Conocer, a través de los vestigios que se conservan, las formas de vida del Imperio Romano.

Con esa idea nos desplazamos un Puente de Diciembre hasta la ciudad Extremeña, en la que pasamos dos intensos días, acompañados por el buen tiempo, aunque bastante frío.


Viaje y alojamiento

Por la cercanía con respecto a Sevilla, unos 180 km de autovía, no nos planteamos ninguna opción que no fuese la de ir en nuestro coche. Así, además, te encuentras con la posibilidad de hacer alguna parada en el algún pueblecito cercano, como Monesterio, donde se puede disfrutar de muy buen jamón.

Como alternativa al coche, Mérida dispone tanto de Estación de Ferrocarril, como de Autobuses, por lo que no se hace difícil planificar una visita a esta preciosa ciudad.

Llegados a nuestro destino, no nos fue difícil encontrar nuestro hotel. El elegido fue el Tryp Medea que, aunque no se encuentra ubicado en el centro histórico, posee una buena situación. 
Del hotel nos gustó todo: personal muy amable, habitación amplia y muy limpia, excelente desayuno...por lo que es totalmente recomendable. En cualquiera de los buscadores de viajes podéis encontrarlo, habitualmente con tarifas bastante interesantes.


Mérida en dos días

Como decía al inicio, viajar a Mérida es sumergirte en el Mundo Romano a través de los restos arqueológicos que se conservan, muchos de ellos en muy buen estado.
Además, Mérida posee un casco histórico que, siendo poco extenso, invita a perderse por sus calles, y ofrece la posibilidad de disfrutar con su gastronomía, con el jamón y la carne como sus referentes. 

Prestos a disfrutar de todo ello, nos encaminamos con un mapa que nos proporcionaron en el hotel buscando empaparnos de Historia. Nos informaron que las líneas de autobús 4 y 6 nos acercaban al centro, pero por ser el primer día, decidimos ir andando. La verdad es que no es una distancia corta, pero merece la pena simplemente por el hecho de cruzar el Puente Romano sobre el Guadiana a pie. Además, conforme caminas puedes ir planificando tu ruta ;-)




Ruta que comenzaría en la Alcazaba, justo a la derecha al cruzar el Puente, donde además adquirimos la tarjeta con la que podíamos acceder a un buen número de monumentos, como el Teatro y el Anfiteatro, la Cripta de Santa Eulalia, el Circo Romano, la Casa Mitreo y los Columbarios.








El precio de esta tarjeta es de 12 €/persona, y se puede adquirir en todos los conjuntos arqueológicos, excepto en la Zona Arqueológica de la Morería, que se encuentra a la izquierda una vez cruzas el Puente.

Aunque Mérida no es muy grande, algunos de sus monumentos están algo alejados para ir paseando, por ejemplo el Circo, el Acueducto de los Milagros, el Acueducto de San Lázaro o la Cripta de Santa Eulalia. Por lo que decidimos hacer la ruta a pie el primer día, y el segundo utilizar el coche para desplazarnos a los lugares más alejados.





Cualquiera de los lugares que visitéis os cautivarán, pero si hubo alguno o algunos que más nos gustaron fueron el Teatro y el Templo de Diana, edificios que te hacen sentir que por un momento te encuentras en plena Roma Imperial. 





Nuestra ruta contempló también la entrada al Museo Nacional de Arte Romano, donde tuvimos la suerte de acceder sin tener que pagar nada por la entrada, ya que al tratarse de un día festivo la entrada era gratuita. En él se expone una amplia colección de utensilios, monedas y objetos rescatados de de la antigua Emérita Augusta. Dispone de una web con toda la información al respecto: http://museoarteromano.mcu.es

No incluiré ninguna reseña histórica acerca de cada uno de los lugares que visitamos, ya que para ello hay mucha información en internet.
Si precisáis más información (horarios, entradas, etc.), podéis visitar la web: www.consorciomerida.org

Y cuando el cansancio comienza a pasar factura a nuestras piernas, una buena opción para disfrutar de las calles y exteriores de los monumentos de Mérida es su tren turístico, cuyo recorrido de 25 minutos, que arranca junto al Teatro Romano, permite ver de una forma más relajada los principales puntos de interés. El precio del billete es 4 € (adultos), 3'5 € (estudiantes, jubilados y grupos) y 2 € (niños entre 2 y 12 años).


Espero que esta breve experiencia os sirva y os anime para disfrutar de una escapa a Mérida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario